El abrazo de un hijo es de los remedios mas poderosos que tenemos al alcance en nuestro hogar. Todos los que tenemos la bendición de ser padres, lo reconocemos. Por mas cansados que lleguemos a casa, por más problemas que tengamos en el trabajo o de salud; no hay remedio más poderoso que un fuerte abrazo.

Ese momento que nos permite cerrar los ojos y olvidar, por unos instantes, todos nuestros problemas y sentir la urgente necesidad de simplemente dar gracias a Dios. Dar gracias a Dios por ese momento, dar gracias a Dios porque tenemos una familia que nos quiere, porque tenemos un trabajo, porque tenemos un hogar y por todo aquel montón de cosas sencillas en la vida que se nos va por alto reconocer.

No debemos permitir que los problemas nos cambien nuestro espíritu. Debemos de recargar energías mediante estos abrazos, pensar siempre positivamente y seguir adelante con humildad. Ya que el futuro de nuestros hijos, el futuro de nuestras familias y el futuro de nuestro país está en nuestras manos. Paciencia y perseverancia ante toda adversidad, dando gracias a Dios por todas aquellas cosas buenas.
Lo problemas, tal como el sol, siempre nos acompañarán. Por lo que aprovechemos esos abrazos, que nunca se gastaran.

por Luis Jose Kafie
30 de Junio de 2017

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